Mantener a los alumnos enfocados es un area problemática, ya seas una profesora experimentada o recién estés comenzando. El problema número uno en el aula es “la conversa”. ¿Qué puedes hacer para mantener enfocados a tus alumnos y controlar la conversación en clases? Si quieres que tus alumnos se sienten en silencio y no hablen, entonces te espera un largo trabajo. Los alumnos necesitan hablar, especialmente los más pequeños. Hablar es una herramienta necesaria para adquirir información. No hay mejor manera para ellos de comprender lo que están aprendiendo que hablarlo con otro compañero… compartir ideas… discutir lo que ellos entienden como una verdad. Hablar solo se vuelve negativo cuando impacta negativamente el trabajo en la clase.
Primero, pregúntate a ti misma: ¿cuándo hablan tus alumnos? ¿Hablan mientras trabajan, mientras das instrucciones o hablan de alguno de los proyectos? Está bien que conversen mientras trabajan. Lo más probable es que no conversen todo el tiempo del trabajo que están haciendo, pero mientras estén enfocados en su tarea y no están pasando a llevar a nadie más, conversar está bien. Aunque hablar de otra cosa que no sea el trabajo es aceptable, hacerlo prolongadamente no está correcto. Si algún grupo de alumnos lleva mucho tiempo conversando de otra cosa que no sea la tarea del momento, simplemente ve hacia ellos y pídeles que compartan acerca de en lo que han estado trabajando. Tus alumnos inmediatamente volverán a enfocarse en el trabajo y nadie es pasado a llevar. Si hablan mientras se les están dando instrucciones es un problema. Deben aprender cuando es apropiado hablar y cuando es necesario escuchar. Las siguientes técnicas son herramientas que pueden ser administradas para enseñarles a los alumnos cuando es correcto hablar y necesario escuchar.
MI TIEMPO, TU TIEMPO
Éste método enseña a los alumnos que cuando la profesora habla o muestra un símbolo de “mi tiempo” deben quedarse en silencio y atentos. “Tu tiempo” (de los alumnos) les enseña que va a haber un momento para que ellos hablen, discutan conceptos y completen sus trabajos sin interrumpir el ambiente de trabajo. Durante “Mi tiempo” los alumnos deben estar en silencio, su vista hacia la profesora y deben escuchar. Durante “Tu tiempo” los aumnos pueden completar trabajos, tareas grupales, reponer materiales, sacar punta a sus lápices. Sé específica. Informa a tus alumnos de qué es lo que pueden hacer durante “Tu tiempo”. Cuando usas este método debes mantenerte en el tema de las consecuencias. Si alguien habla en este tiempo, debiera haber un castigo rápido. Por ejemplo, cuando un alumno esté hablando en “mi tiempo” corrígelo rápidamente diciéndole “espero que cada uno esté en silencio cuando yo hablo” y dale un pequeño tiempo-fuera (3-5 minutos fuera de la sala). Sé consecuente con lo que apliques.
CAMINA EN LA SALA
El mejor método para el manejo de aula es monitorear a tus alumnos y premiar un trabajo bien hecho. Cuando los alumnos empiezan una tarea es importante que la profesora camine por la sala. Asegúrate de pasar por el puesto de cada uno de tus alumnos y darles a conocer su progreso. Puede sonar como que te va a tomar mucho tiempo, pero es realmente simple de hacer. Dar ánimo a un alumno puede ser tan simple como una palmada en la espalda, un dedo gordo arriba, susurrar un “buen trabajo” o “wow” o una frase rápida como “me gusta que recordaras escribir en forma ordenada” o “que bueno como seguiste las instrucciones”. Los niños aman escuchar que van por el camino correcto. También es un buen momento para escuchar sus conversaciones y monitorear el trabajo que están haciendo.
USA SEÑALES
Muchas veces la interrupción por conducta puede ser corregida rápidamente con el uso de señales. Como profesora, es importante desarrollar señales que te permitan decirles a tus alumnos que una conducta es inaceptable.
- Dedos silenciosos: golpea con tus dedos suavemente en la mesa del alumno para llamarles la atención y que vuelva a enfocarse.
- Tarjetas de advertencia: camina silenciosamente a la mesa del niño y déjale una tarjeta de advertencia. Para hacer una, corta cartulina de un color llamativo de 4x6 cm. Rotúlala con una advertencia “amigable”, “suave”, como “esta es una advertencia!” o “ponte las pilas” y lamínalas para que duren. Los alumnos reciben el refuerzo que necesitan y das límites a las interrupciones en clases.
- Parar de hablar: cuando los alumnos hablen durante las instrucciones, simplemente para de hablar. Haz contacto visual con ellos y dales una señal de silencio, como un dedo índice sobre los labios. Una vez que estén en silencio, que debería tardar 10 a 15 segundos, recuérdales que durante las instrucciones deben estar en silencio y atentos a lo que dice la profesora. Usa este tiempo para recordarles tus expectativas y sigue con la clase.
CAPTANDO LA ATENCIÓN DE LOS ALUMNOS
A los niños les encanta trabajar juntos en grupo o con un compañero, pero hay momentos en que su entusiasmo por aprender es demasiado y el volumen se vuelve demasiado alto como para lograr una experiencia de aprendizaje exitosa. Estas estrategias han probado ser exitosas para lograr alumnos tranquilos, enfocados y en control, en un formato rápido y cretaivo.
- Dame esos cinco: Para captar la atención de tus alumnos, haz la señal de “dame esos cinco”. Cada dedo representa algo: (1) contacto visual, (2) oídos atentos, (3) bocas cerradas, (4) manos quietas y (5) pies tranquilos. Cuando la profesora dice “dame esos cinco”, los alumnos deben levanter su mano abierta y pensar en esas cinco cosas para mostrar que están listos para escuchar.
- Aplaudir o golpear la mesa con un ritmo: Cuando necesites captar la atención de tus alumnos, hay muchos patrones que el professor puede aplaudir o golpear la mesa.
- La profesora puede decir: “aplaude una vez si me puedes escuchar”, “aplaude dos veces si me puedes escuchar”. Para el tercer aplauso todos debieran estar atentos y enfocados a la profesora.
- Aplaudir o golpear la mesa con un ritmo que debe ser repetido.
- Luces de tranquilidad: Una estrategia que funciona para cuando tus alumnos esten muy ruidosos es usar “luces tranquilas”. Simplemente apaga las luces hasta que los niños estén tranquilos y en silencio. Te deberían tomar solo 10 a 15 segundos del trabajo pero llamará la atención de los alumnos y proveerá un recordatorio positivo a los alumnos de que deben volver al trabajo en forma más enfocada.
Los alumnos pueden llegar a desenfocarse mucho, ponerse conversadores y generalmente se desordenados durante los últimos 3 a 5 minutos del día. Una forma de mantenerlos tranquilos, enfocados y en sus asientos es darles una tarea escrita reflexiva al final del día. Dales un diario o bitácora donde puedan anotar una información entretenida o facsinante de las clses que tuvieron en el día. Es importante darles la oportunidad de compartir sus reflexiones. Ésto puede ser realizado al otro día en la hora que tienen para compartir. Durante estas reflexiones pueden escribirse reflexiones en cartulina para ser pegadas en el diario mural de la clase.
MANTENIENDO A LOS ALUMNOS ORGANIZADOS
Mantener a los alumnos organizados es una forma maravillosa de mantenerlos enfocados en sus tareas. Usando una carpeta y subdivisiones designadas evitaremos que busquen eternamente para encontrar hojas de trabajo perdidas. A principios del año escolar pídele a los padres una carpeta y 6 protectores de hojas (o separadores). Lo siguiente es organizar la carpeta con etiquetas adhesivas para rotular los protectores de hojas (o separadores) con los siguientes temas:
1. Tareas para la casa
2. Lectura
3. Escritura
4. Matemática
5. Ciencias
La subdivision “tareas para la casa” es donde ellos archivan sus tareas y cualquier otra hoja que deba ser firmada o devuelta al colegio. Esta subdivision puede dividirse en “devolver al colegio” y “dejar en casa”. Cuando los alumnos logran organizarse, los escritorios se velven limpios y ordenados, porque todas sus hojas tienen un lugar específico. Saben exactamente donde están sus trabajos, cuando necesitan localizarlos. Es importante recordarles siempre donde van sus hojas de trabajo y ser firme con repecto a aquellos que no guardan sus hojas en la carpeta. Si les proves este tipo de carpeta, organizada, tus alumnos seran capaces de saber donde están todas sus hojas de trabajo y no las perderán. La carpeta debe ir y volver a diario a la casa, para que realmente logren ser alumnos organizados.
idea de Karen Mc David
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